Esperando al conejo

Un campesino trabajaba todos los días de sol a sol. Agotado por el esfuerzo, una tarde decidió echarse a descansar debajo de un árbol.
Después de un tiempo, un conejo que venía huyendo de un perdedor embistió precisamente el árbol bajo el cual el campesino reposaba.
Esa noche, el hombre pudo llevar el alimento a su familia sin ningún esfuerzo.
Desde ese día dejó de trabajar y cada mañana volvía a sentarse debajo del árbol, a la espera de otra presa fácil. Como no apareció ninguna, el campesino y su familia se fueron volviendo más pobres y murieron de hambre.

Los Enemigos del Amor

Hubo una vez en la historia del mundo un día terrible en el que el ODIO que es
el rey de los malos sentimientos, los defectos y las malas virtudes, convoco a
una reunión urgente con todos ellos.
Todos los sentimientos negros del mundo y los deseos más perversos del corazón
humano llegaron a esta reunión con curiosidad de saber cual era el propósito.
Cuando estuvieron todos habló el ODIO y dijo:
– Los he reunido aquí a todos porque deseo con todas mis fuerzas matar a
alguien.
Los asistentes no se extrañaron mucho, pues era el ODIO que estaba hablando y él
siempre quiere matar a alguien, sin embargo todos se preguntaban entre sí quien
seria tan difícil de matar para que el ODIO los necesitara a todos.
– Quiero que maten al AMOR. – dijo
Muchos sonrieron malévolamente, pues más que uno le tenía ganas.
El primer voluntario fue el MAL CARÁCTER, quien dijo: – Yo iré y les aseguro que en un año el AMOR habrá muerto. Provocaré tal discordia y rabia que no lo soportará.
Al cabo de un año se reunieron otra vez y al escuchar el reporte del MAL
CARÁCTER quedaron tan decepcionados.
– Lo siento, lo intenté todo, pero cada vez que yo sembraba una discordia, el
AMOR la superaba y salía adelante.
Fue entonces cuando muy diligente se ofreció la AMBICIÓN que haciendo alarde de
su poder y dijo: – En vista de que El MAL CARÁCTER fracasó, iré yo. Desviaré la atención del AMOR hacia el deseo por la riqueza y por el poder. Eso nunca lo ignorará.
Empezó la ambición el ataque hacia su víctima quien efectivamente cayó herida,
pero después de luchar por salir adelante, renunció a todo deseo desbordado de
poder y triunfo de nuevo.
Furioso el ODIO, por el fracaso de la AMBICIÓN envió a los CELOS, quienes
burlones y perversos inventaban toda clase de artimañas y situaciones para
despistar el amor y lastimarlo con dudas y sospechas infundadas, pero el AMOR confundido lloró, y pensó que no quería morir y con valentía y fortaleza se impuso sobre ellos y los
venció.
Año tras año, el ODIO siguió en su lucha enviando a sus más hirientes
compañeros: la FRIALDAD, el EGOÍSMO, la INDIFERENCIA, la POBREZA, la ENFERMEDAD y a muchos otros que fracasaron siempre porque cuando el AMOR se sentía desfallecer, tomaba de nuevo fuerza y todo lo superaba.
El Odio convencido de que el AMOR era invencible les dijo a los demás:
– Nada que hacer. El AMOR ha soportado todo. Llevamos muchos años insistiendo y
no lo logramos.
De pronto de un rincón del salón se levanto un sentimiento poco conocido y que
vestía todo de negro y con un sombrero gigante que caía sobre su rostro y no lo
dejaba ver. Su aspecto era fúnebre como el de la muerte: – Yo matare el AMOR. – dijo con seguridad Todos se preguntaron quien era ese que pretendía hacer solo, lo que ninguno
había podido. El ODIO dijo: – Ve y hazlo.
Tan solo había pasado algún tiempo cuando el ODIO volvió a llamar a todos los
malos sentimientos para comunicarles que después de mucho esperar por fin EL
AMOR HABÍA MUERTO.
Todos estaban felices, pero sorprendidos. Entonces el sentimiento del sombrero
negro habló: – Ahí les entrego el AMOR totalmente muerto y destrozado.
Sin decir más, se marchó.
– Espera… – dijo el ODIO – en tan poco tiempo lo eliminaste por completo, lo
desesperaste y no hizo el menor esfuerzo para vivir. ¿Quién eres?

El sentimiento levantó por primera vez su horrible rostro y dijo:
– ¡SOY LA RUTINA!

Hubo un día

Hubo un día…

Hubo un momento en el que creías que la tristeza sería eterna; pero volviste a sorprenderte a ti mismo riendo sin parar.

Hubo un momento en el que dejaste de creer en el amor; y luego apareció esa persona y no pudiste dejar de amarla cada día más.

Hubo un momento en el que la amistad parecía no existir; y conociste a ese amigo que te hizo reír y llorar, en los mejores y en los peores momentos.

Hubo un momento en el que estabas seguro que la comunicación con ese alguien se había perdido ; y fue luego cuando el cartero visitó el buzón de tu casa.

Hubo un momento en el que una pelea prometía ser eterna ; y sin dejarte ni siquiera entristecerte terminó en un abrazo.

Hubo un momento en que un examen parecía imposible de pasar y hoy es un examen más que aprobaste en tu carrera .

Hubo un momento en el que dudaste de encontrar un buen trabajo; y hoy puedes darte el lujo de ahorrar para el futuro.

Hubo un momento en el que sentiste que no podrías hacer algo: y hoy te sorprendes a ti mismo haciéndolo.

Hubo un momento en el que creíste que nadie podía comprenderte; y te quedaste boquiabierto mientras alguien parecía leer tu corazón.

Así como hubo momentos en que la vida cambió en un instante, nunca olvides que aún habrá momentos en que lo imposible se tornará un sueño hecho realidad.

Nunca dejes de soñar, porque soñar es el principio de un sueño hecho realidad.

Actitud

Una mujer muy sabia se despertó una mañana,
se miro al espejo,
Y noto que tenía solamente tres cabellos en su cabeza.
‘Hmmm’ pensó, ‘Creo que hoy me voy a hacer una trenza’.
Así lo hizo y paso un día maravilloso.

El siguiente día se despertó,
se miro al espejo
Y vio que tenía solamente dos cabellos en su cabeza.
‘Hmmm’ dijo,
‘Creo que hoy me peinare de raya en medio’
Así lo hizo y paso un día grandioso.

El siguiente día cuando despertó,
se miro al espejo y noto
que solamente le quedaba un cabello en su cabeza.
‘Bueno’ ella dijo, ‘ahora me
voy a hacer una cola de caballo.’
Así lo hizo, y tuvo un día muy, muy divertido.

A la mañana siguiente cuando despertó,
corrió al espejo y enseguida noto
que no le quedaba un solo cabello en la cabeza.
‘Que Bien!’ Exclamo.
‘Hoy no voy a tener que peinarme!’

Tu actitud es todo.

¿Casualidad?

Su nombre era Fleming, y era un granjero escocés pobre.

Un día, mientras intentaba ganarse la vida para su familia, oyó un lamento pidiendo ayuda que provenía de un pantano cercano. Dejó caer sus herramientas y corrió al pantano.

Allí, encontró hasta la cintura en el estiércol húmedo y negro a un muchacho aterrado, gritando y esforzándose por liberarse.

El granjero Fleming salvó al muchacho de lo que podría ser una lenta y espantosa muerte.

Al día siguiente, llegó un carruaje elegante a la granja. Un noble, elegantemente vestido, salió y se presentó como el padre del muchacho al que el granjero Fleming había ayudado.

“Yo quiero recompensarlo”, dijo el noble. “Usted salvó la vida de mi hijo”. yo no puedo aceptar un pago por lo que hice”, el granjero escocés contestó.

En ese momento, el hijo del granjero vino a la puerta de la cabaña. “¿Es su hijo?” el noble preguntó.”Sí”, el granjero contestó orgullosamente “Le propongo hacer un trato. Permítame proporcionarle a su hijo el mismo nivel de educación que mi hijo disfrutará. Si el muchacho se parece a su padre, no dudo que crecerá hasta convertirse en el hombre del que nosotros dos estaremos orgullosos”. Y el granjero aceptó.

El hijo del granjero Fleming asistió a las mejores escuelas y, al tiempo, se graduó en la Escuela Médica del St. Mary’s ,Hospital en Londres, y siguió hasta darse a conocer en el mundo como el renombrado Dr. Alexander Fleming, El descubridor de la Penicilina. Años después, el hijo del mismo noble que fue salvado del pantano estaba enfermo de pulmonía. ¿Qué salvo su vida esta vez? La penicilina.

El nombre del noble? Sir Randolph Churchill. El nombre de su hijo? Sir Winston Churchill. Alguien dijo una vez: Lo que va, regresa. 

Tabaja como si no necesitaras el dinero.

Ama como si nunca hubieses sido herido.

Baila como si nadie estuviera mirando.

Canta como si nadie escuchara.

Vive como si fuera el Cielo en la Tierra.