Niño: ¿Cómo se llama esta flor?
Viejo: Se llama “No me olvides”
Niño: ¿Quién le habrá puesto ese nombre?
Viejo: Vamos a pensar que se lo puso Dios.
Viejo: ¿Qué haces?
Niño: Estoy arrancando espinas
Viejo: ¿Por qué?
Niño: Los venaditos no llevan zapatos, verdad?
Viejo: Verdad, niño.
Niño: ¿Quién hace las guerras?
Viejo: Los hombres que se olvidan de los niños.
Niño: Ayer vi dos pájaros en ese nido, ahí sobre del árbol.
Hoy solo queda uno vivo. ¿Cuál de los dos habrá muerto?
Viejo: Seguramente el macho
Niño: ¿Cómo lo sabes?
Viejo: Si no, el nido estaría vacío.
Niño: ¿Qué piensas cuando alguien se va de viaje?
Viejo: Que volverá y lo veré
Niño: Y… ¿cuándo alguien se muere?
Viejo: Que yo tendré que hacer un viaje para verlo
Niño: No entiendo
Viejo: Ya entenderás.
Niño: ¿Qué quieres ser cuando seas más grande?
Viejo: Me gustaría se el jardinero de las estrellas, ¿ Y a ti?
Niño: Yo quisiera ser Dios
Viejo: ¿Por qué?
Niño: Para hacerte jardinero de las estrellas.