Eco

Un hijo y su padre caminaban en las montañas. De repente, el hijo se lastima y grita ¡¡¡Aaaaaahhhhh!!!

Para su sorpresa oye una voz que repetía en algún lugar de la montaña: ¡¡¡Aaaaaahhhhh!!!

Con curiosidad el niño grita: ¿Quién está ahi? Recibe por respuesta: ¿Quién está ahi?

Enojado con la respuesta, el niño grita: ¡Cobarde! y recibe de respuesta: ¡Cobarde!

El niño mira a su padre y le pregunta: ¿Qué sucede? El padre sonríe y le dice: “Hijo mio, presta atención”  y entonces el padre grita a la montaña: Te admiro. De nuevo el hombre grita: Eres un campeón, y la voz responde: Eres un campeón

El niño estaba asombrado pero no entendía. El padre le explicó: la gente lo llama eco, pero en realidad es la vida.

Te devuelve todo lo que dices o haces. Nuestra vida es simplemente un reflejo de nuestras acciones.

Si deseas felicidad, da felicidad a los que te rodean. Si quieres una sonrisa en el alma, da una sonrisa en el alma de los que conoces.

Esta relación se aplica a todos los aspectos de la vida. La vida te dará de regreso exactamente aquello que tú le has dado.

Tu vida no es una coincidencia, es un reflejo de ti.

Alguien dijo:

Si no te gusta lo que recibes, revisa muy bien lo que estás dando.

Autor anonimo

Regla de Oro

Si conoces a un niño, ámalo.

Si conoces a un anciano, compréndelo.

Si conoces a un enfermo, consuélalo.

Si conoces a un solitario, dale tu compañía.

Si conoces a un débil, fortalécelo.

Todas esas personas: niño, anciano, enfermo, solitario, débil, has sido o serás alguna vez.

Necesitarás entonces amor, comprensión, consuelo, compañía y fortaleza.

Da todo eso cuando te necesiten, y todo eso recibirás cuando lo necesites tu.

Armando Fuentes Aguirre

¿Casualidad?

Su nombre era Fleming, y era un granjero escocés pobre.

Un día, mientras intentaba ganarse la vida para su familia, oyó un lamento pidiendo ayuda que provenía de un pantano cercano. Dejó caer sus herramientas y corrió al pantano.

Allí, encontró hasta la cintura en el estiércol húmedo y negro a un muchacho aterrado, gritando y esforzándose por liberarse.

El granjero Fleming salvó al muchacho de lo que podría ser una lenta y espantosa muerte.

Al día siguiente, llegó un carruaje elegante a la granja. Un noble, elegantemente vestido, salió y se presentó como el padre del muchacho al que el granjero Fleming había ayudado.

“Yo quiero recompensarlo”, dijo el noble. “Usted salvó la vida de mi hijo”. yo no puedo aceptar un pago por lo que hice”, el granjero escocés contestó.

En ese momento, el hijo del granjero vino a la puerta de la cabaña. “¿Es su hijo?” el noble preguntó.”Sí”, el granjero contestó orgullosamente “Le propongo hacer un trato. Permítame proporcionarle a su hijo el mismo nivel de educación que mi hijo disfrutará. Si el muchacho se parece a su padre, no dudo que crecerá hasta convertirse en el hombre del que nosotros dos estaremos orgullosos”. Y el granjero aceptó.

El hijo del granjero Fleming asistió a las mejores escuelas y, al tiempo, se graduó en la Escuela Médica del St. Mary’s ,Hospital en Londres, y siguió hasta darse a conocer en el mundo como el renombrado Dr. Alexander Fleming, El descubridor de la Penicilina. Años después, el hijo del mismo noble que fue salvado del pantano estaba enfermo de pulmonía. ¿Qué salvo su vida esta vez? La penicilina.

El nombre del noble? Sir Randolph Churchill. El nombre de su hijo? Sir Winston Churchill. Alguien dijo una vez: Lo que va, regresa. 

Tabaja como si no necesitaras el dinero.

Ama como si nunca hubieses sido herido.

Baila como si nadie estuviera mirando.

Canta como si nadie escuchara.

Vive como si fuera el Cielo en la Tierra.

El milagro de vivir

Tres personas iban caminando por una vereda de un bosque; un sabio con fama de hacer milagros, un poderoso terrateniente del lugar y un poco atrás de ellos y escuchando la conversación, iba un joven estudiante alumno de sabio. Fue entonces cuando el poderoso dirigiéndose al sabio dijo: “Me han dicho en el pueblo que eres una persona poderosa y que inclusive puedes hacer milagros”.

“Soy una persona vieja y cansada – ¿Cómo crees que yo podría hacer milagros? – respondió

“Me han dicho que sanas a los enfermos, haces ver a los ciegos y vuelves cuerdos a los locos, esos milagros solo los puede hacer alguien muy poderoso

“¿Te refieres a eso? – Tú lo has dicho, esos milagros solo los puede hacer alguien muy poderoso, no un viejo como yo. Esos milagros lo hace Dios, yo solo pido se conceda un favor al enfermo o para el ciego y todo el que tenga la fe suficiente en Dios puede hacer lo mismo”.

“Yo quiero tener la misma fe para realizar los mismos milagros que tú haces, muéstrame un milagro para poder creer en tu Dios”.

Ante la insistencia de aquel hombre poderoso, el sabio acepto mostrarle tres milagros. Y así, con la mirada serena y sin hacer ningún movimiento le preguntó: “¿Esta mañana volvió a salir el sol?”.

“Sí, claro que sí”.

“Pues ahí tienes un milagro, el milagro de la LUZ”.

“No, yo quiero ver un verdadero milagro, oculta el sol, saca agua de una piedra, mira hay un conejo herido junto a la vereda, tócalo y sana sus heridas”.

“¿Quieres ver un verdadero milagro? No es verdad que tu esposa acaba de dar a luz hace algunos días?”.

“¡Sí! fue varón y es mi primogénito”.

“Ahí tienes el segundo milagro, el milagro de la VIDA y del AMOR”.

“Sabio, tú no me entiendes, quiero ver un verdadero milagro”.

“¿Acaso no estamos en época de cosecha? ¿No hay trigo y sorgo donde hace solo unos meses había tierra?”

Si, igual que todos los años.

“Pues ahí tienes el tercer milagro LA CREACIÓN”.

“Creo que no me he explicado, lo que yo quiero”… Sus palabras fueron cortadas por el sabio, quien convencido de la obstinación de aquel hombre y seguro de no hacerle poder comprender la maravilla que existe en todo aquello que le había mostrado, señalo: “Te he explicado bien, yo hice todo lo que podía hacer por ti, si lo que encontraste no es lo que buscabas, lamento desilusionarte, yo he hecho todo lo que podía hacer.

Dicho esto, el poderoso terrateniente se retiro, muy desilusionado por no haber encontrado lo que buscaba. El sabio y su alumno se quedaron parados en la vereda. Cuando el poderoso terrateniente iba muy lejos como para ver lo que hacían, el sabio se dirigió a la orilla de la vereda, tomó el conejo, sopló sobre él y sus heridas quedaron sanadas.

El joven estaba algo desconcertado: “Maestro te he visto hacer milagros como este casi todos los días, ¿Por qué te negaste a mostrarle uno al caballero? – El maestro respondió – “Lo que buscaba él no era un milagro, sino un espectáculo, le mostré tres milagros y no pudo verlos. Para ser rey primero hay que ser príncipe, para ser maestro primero hay que ser alumno, no puedes pedir grandes milagros si no has aprendido a valorar los pequeños milagros que se te muestran día a día”.

conejo

EL DÍA QUE APRENDAS A RECONOCER CON AMOR, TODAS LAS PEQUEÑAS COSAS QUE OCURREN EN TU VIDA, ESE DÍA COMPRENDERAS QUE NO NECESITAS MÁS MILAGROS, QUE LOS QUE LA VIDA TE DA TODOS LOS DIAS SIN QUE TÚ LOS HAYAS PEDIDO. TODOS LOS DIAS SUCEDEN MILAGROS…TENER LA VIDA ES UNO DE ELLOS.

Un abrazo de LUZ y AMOR.

Una buena cosecha

Una mañana una mujer bien vestida se paró frente a un hombre desamparado, quien lentamente levantó la vista… y miro claramente a la mujer que parecía acostumbrada a las cosas buenas de la vida. Su abrigo era nuevo. Parecía que nunca se había perdido de una comida en su vida. Su primer pensamiento fue: “Solo se quiere burlar de mi, como tantos otros lo habían hecho …

“Por Favor Déjeme en paz !! gruñó el Indigente… Para su sorpresa, la mujer siguió enfrente de el. Ella sonreía, sus dientes blancos mostraban destellos deslumbrantes.

“¿Tienes hambre?” preguntó ella. “No”, contestó sarcásticamente. “Acabo de llegar de cenar con el presidente … Ahora vete.”

La sonrisa de la mujer se hizo aún más Grande.

De pronto el hombre sintió una mano suave bajo el brazo. “¿Qué hace usted, señora?” -preguntó el hombre enojado.

“Le digo que me deje en paz” !!

Justo en ese momento un policía se acercó. “¿Hay algún problema, señora?” -le preguntó el oficial ..

“No hay problema aquí, oficial, contestó la mujer .. “Sólo estoy tratando de ayudarle para que se ponga de pie …

¿Me ayudaría? El oficial se rascó la cabeza. “Si, el Viejo Juan, Ha sido un estorbo por aquí por los últimos años.

¿Qué quiere usted con él?” Pregunto el oficial …

“Ve la cafetería de allí?” -preguntó ella. “Yo voy a darle algo de comer y sacarlo del frío por un ratito.”

“¿Está loca, señora?” el pobre desamparado se resistió. “Yo no quiero ir ahí! Entonces sintió dos fuertes manos agarrandolo

De los brazos y lo levantaron.

“Déjame ir oficial, Yo no hice nada ..”

“Vamos Viejo, esta es una Buena oportunidad para ti,” el oficial le susurro al oido .”

Finalmente, y con cierta dificultad, la mujer y el agente de policía llevaron al Viejo Juan a la cafetería y lo sentaron en una mesa en un Rincón de la cafetería. Era casi mediodía , la mayoría de la gente ya había almorzado y el grupo para la comida aún no había llegado …

El gerente de la cafeteria se acercó y les pregunto. “¿Qué está pasando aquí, oficial?” “¿Qué es todo esto?

Y este hombre esta en problemas?”

“Esta señora lo trajo aquí para que coma algo,” respondió el policía.

“Oh no, Aquí no !” el gerente respondió airadamente. “Tener una persona como este aquí es malo para mi negocio !!!

El Viejo Juan esbozó una sonrisa con sus pocos dientes. “Señora, se lo dije. Ahora, si van a dejarme ir ?. Yo no quería venir aquí desde un principio.”

La mujer se dirigió al gerente de la cafetería y sonrió .. “Señor, ¿está usted familiarizado con Hernandez y Asociados, la firma bancaria que esta a dos calles ?”

“Por supuesto que los conozco”, respondió el administrador con impaciencia. “Ellos tienen sus reuniones semanales en una de mis salas de banquetes.”

“¿Y se gana una buena cantidad de dinero con el suministro de alimentos en estas reuniones semanales?”

PREGUNTO La Señora …

“¿Y eso que le importa a usted?

Yo, señor, soy Penélope Hernandez, presidente y dueña de la compañía “. “Oh Perdon !! dijo el gerente”.

La mujer sonrió de nuevo .. “Pensé que esto podría hacer una diferencia en su trato.”

Le dijo al policía, que fuertemente trataba de contener una carcajada. “¿Le gustaría tomar con nosotros una taza de café o tal vez una comida, oficial?” “No, gracias, señora”, replicó el oficial. “Estoy en servicio”.

“Entonces, quizá, una taza de café para llevar ?”

“Sí, señora. Eso estaria mejor”.

El gerente de la cafetería giró sobre sus talones como recibiendo una orden. –

“Voy a traer el café para usted de inmediato señor oficial ”

El oficial lo vio alejarse. Y opino :”Ciertamente lo ha puesto en su lugar”, dijo.

“Esa no fue mi intención “ dijo la señora … Lo crea o no, tengo una buena razón para todo esto”.

Se sentó a la mesa frente a su invitado a cenar. Ella lo miró fijamente…

“Juan ¿te acuerdas de mí?”

El viejo Juan miro su rostro, el rostro de ella, con los ojos lagañosos “Creo que sí – Digo , se me hace familiar”.

“Mira Juan , quiza estoy un poco mas grande , pero mirame bien”, dijo la Señora .. “Tal vez me veo mas llenita ahora … pero cuando tu trabajabas aqui hace muchos años vine aqui una vez, y por esa misma puerta, muerta de hambre y frio.”

Algunas lágrimas posaron sobre sus mejillas ..

“¿Señora?” dijo el Oficial, No podía creer lo que estaba presenciando, ni siquiera pensar que la mujer podría llegar a tener hambre.

“Yo acababa de graduarme de la Universidad en mi pueblo”, la mujer comentó. “Yo había llegado a la ciudad en busca de un trabajo, pero no pude encontrar nada. Con la voz quebrantada la mujer continuaba: Pero cuando me quedaban mis últimos centavos y me habían corrido de mi apartamento. Caminaba por las calles, y era en febrero y Hacía frío y casi muerta de hambre. vi este lugar y entre con una poca posibilidad de que podría conseguir algo de comer. ” Con lágrimas en sus ojos la mujer siguió platicando …

Juan me recibio con una sonrisa. “Ahora me acuerdo”, dijo Juan. “Yo estaba detrás del mostrador de servicio. Se acercó y me preguntó si podría trabajar por algo de comer”. “ Me dijiste que estaba en contra de la política de la empresa”.

Continuó la mujer.. -Entonces, tu me hiciste el sándwich de carne mas grande que había visto nunca… me diste una taza de café, y me fui a un rincón a disfrutar de mi comida. Tenía miedo de que te metieras en problemas. Luego, cuando miré y te vi a poner el precio de la comida en la caja registradora, supe entonces que todo iba a estar bien “.

“Así que usted comenzó su propio negocio?” El viejo Juan dijo.

” Si, encontré un trabajo esa misma tarde. Trabajé muy duro, y me fui hacia arriba con la ayuda de Mi Padre Dios. Eventualmente empecé mi propio negocio que, con la ayuda de Dios, prosperó ..” Ella abrió su bolso y sacó una tarjeta. “Cuando termines aquí , quiero que vayas a hacer una visita al señor Martínez. Él es el director de personal de mi empresa. Iré a hablar con él y estoy segura de que encontrará algo para que puedas hacer algo en la oficina “.

Ella sonrió. “Creo que incluso podría darte un Adelanto, lo suficiente para que puedas comprar algo de ropa y conseguir un lugar para vivir hasta que te recuperes. Si alguna vez necesitas algo, mi puerta está siempre abierta para ti Juan.”

Hubo lágrimas en los ojos del anciano. “¿Cómo voy a agradecer? , preguntó.

“No me des las gracias”, respondió la mujer. “A Dios dale la gloria. El me trajo a ti.”

Fuera de la cafetería, el oficial y la mujer se detuvieron y antes de irse por su lado .. “Gracias por toda su ayuda, oficial.”

Dijo La Sra. Hernandez.”

“Al contrario, dijo el oficial,”, “Gracias. Vi un milagro hoy, algo que nunca voy a olvidar. Y … Y gracias por el café. “…..

Que Dios te bendiga siempre y no te olvides que cuando tiramos el pan sobre las aguas, nunca sabes cuando será devuelto a ti .. Dios es tan grande que puede cubrir todo el mundo con su amor y a la vez tan pequeño para entrar en tu corazón.

Cuando Dios te lleva al borde del acantilado, confia en él plenamente y dejate llevar.

Sólo 1 de 2 cosas va a suceder, o él te sostiene cuando tu te caes, o te va a enseñar a volar!

El poder de una frase! Dios va a cambiar las cosas hoy y pondra todo a tu favor.

Dios cierra puertas que ningún hombre puede abrir y Dios abre puertas que ningun hombre puede cerrar.

Indigente