He aprendido que cuando estás enamorado, se nota…
He aprendido que una persona que me dice, “Me alegraste el día”… alegra mi día.
He aprendido que ser niño es más importante que estar en lo correcto.
He aprendido que nunca debes decir “no” al regalo de un niño.
He aprendido que siempre puedo rezar por alguien, cuando no tengo otro modo de ayudarlo.
He aprendido que no importa qué tan serio debas ser en la vida, todos necesitamos un amigo con el que podamos reír a carcajadas.
He aprendido que, algunas veces, todo lo que una persona necesita es una mano que sostener y un corazón que entender.
He aprendido que la vida es como una espiral, mientras mas se acerca el final, más rápido camina.
He aprendido que debamos estar felices porque Dios no nos da todo lo que pedimos.
He aprendido que esas pequeñas cosas que pasan diariamente son las que hacen la vida espectacular.
He aprendido que debajo del duro escudo de las personas, hay alguien que quiere ser apreciado y amado.
He aprendido que Dios no hizo todo en un solo día… ¿qué me hace pensar que yo puedo?
He aprendido que ignorar los hechos no los cambia.
He aprendido que es el amor, no el tiempo, el que cura las heridas.
He aprendido que cada persona que conoces merece el obsequio de una sonrisa.
He aprendido que nadie es perfecto, hasta que te enamoras de alguien.
He aprendido que las oportunidades nunca se pierden; alguien más tomará aquella que tú dejaste pasar.
He aprendido que uno debe decir palabras suaves y tiernas, porque más adelante puedes tener que tragártelas.
He aprendido que una sonrisa es la manera más barata de lucir mucho mejor.
He aprendido que n puedo elegir cómo me siento, pero puedo elegir qué hago con respecto a eso.
He aprendido que todos quieren estar en la cima de la montaña, pero que toda la felicidad y las experiencias agradables suceden mientras se escala hacia allá.
Autor anónimo