“Los cuencos más apreciados para la ceremonia del té son de formas irregulares, y algunos tienen trazos dorados aquí y alla para tapar los pequeños golpes de la cerámica. Éstos en lugar de disimular, acentúan los daños que el cuenco ha sufrido a lo largo de su paso por las manos de antiguos dueños. La asimetría y la irregularidad permite la posibilidad de crecimiento. La perfección ahoga la imaginación.”
Donald Keene
Asi como los cuencos del té, la vida de todos esta llena de imperfecciones y son precisamente esas imperfecciones las que nos dan el verdadero crecimiento, en lo fisico, lo mental y lo espiritual. Lejos de tratar de llevar una vida perfecta dejemos que las pequeñas imperfecciones de la vida nos guien y nos enseñen los verdaderos valores.
Victor Velazquez Ramirez