Solo una sonrisa

¿Has observado tu rostro cuando lo ilumina una sonrisa?

La transformación es instantánea.

Asoma de improviso el yo que todos anhelamos.

Un fenómeno divino se desencadena y. desde ese momento, todo es posible.

Se diría que la edad se neutraliza en una chispa de jovialidad que automáticamente se presenta en la mirada.

Por lo tanto, cuando las preocupaciones te agobien, asómate enseguida a la ventana de un espejo y descubrirás lo sencillo que es cambiar la tortura facial del sufrimiento (con sus variantes de dolor, abatimiento, rencor, y pesadumbre) en un milagro donde irradia la esperanza: la sonrisa.

Pequeña pero poderosa fuerza es una sonrisa.

Es el toque mágico que asegura el éxito.

¿Un tesoro gratis a tu alcance!.

Pablo López del Castillo